A veces no hay tiempo para cocinar, aunque sepas que vas a tener invitados muy bienvenidos. Cuando sé que va a venir alguien a casa, siempre intento preparar algo sabroso de los platos principales. Pero al mismo tiempo, siempre quiero tener un postre para acompañar el café, algo con lo que pueda agasajar a todo el mundo. Y para el postre, no suele haber mucho tiempo. En esos casos, siempre recurro a mi viejo truco de preparar la víspera una tarta de plátano y piña sin hornear con yogur griego. Es cierto que no es el bizcocho más sano, pero no necesita muchos ingredientes ni requiere mucho de mi tiempo. Por estas razones, en nuestra familia, este pastel se ha ganado el nombre de "Paraíso de los perezosos". Una vez que lo hayas hecho, entenderás por qué. :)