Una de las cosas que tenía en mi lista de pendientes era preparar el confit de canard. Me tentó tanto una receta que un amigo me había enseñado en Internet que decidí preparar este plato en mi cocina sin esperar a nada. ¡Y claro que lo hice!
En realidad, en Francia, la mermelada de pato (así es como se traduce al español el nombre de este maravilloso plato) no se inventó como plato de almuerzo, sino como una forma muy buena de conservar la carne. Los muslos de pato marinados se guisan en su propia grasa durante mucho tiempo (10 horas o más) a baja temperatura hasta que están bastante tiernos. Después se colocan en recipientes especiales, se cubren con la misma grasa y, si se conservan adecuadamente, pueden mantenerse como reserva alimentaria hasta dos años. Aunque el confit de canard está muy extendido en una región bastante amplia (y no sólo en Francia: en Andorra, por ejemplo, el pato cocinado de esta manera también se considera un manjar local), son los habitantes de Gascuña quienes más reivindican este método de conservación, pues creen que es allí donde se originó el confit de canard.
Pero como no somos campesinos de Gascuña que regentamos una granja de patos y vamos a comer sólo confit de pato durante años, se puede preparar un poco más rápido, es decir, guisándolo durante menos tiempo y a una temperatura apenas superior. Puede que el pato cocinado de este modo no se conserve durante meses, pero para una comida o cena festiva sin duda servirá. Lo único, claro está, es que hay que prever tiempo suficiente para este plato: el pato debe marinarse previamente y luego estofarse durante al menos 4 horas. La lombarda, con la que tradicionalmente se sirve el confit de canard, también requiere un tiempo considerable (unas 2 horas). En este caso, resulta fantástica, al igual que las patatas fritas en grasa de pato y sazonadas con ajo y perejil (pommes de terre à la sarladaise).
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Como ve, el plato es fácil de preparar, sólo hay que tener paciencia. Pero, ¿puedes dedicar una larga tarde de invierno a esta tarea, que puede resultar ordinaria o incluso aburrida, pero que puede convertirse en especial preparando y degustando un plato nuevo? Ese es mi deseo para ti:) Y yo también haré confit de canard. Y desde luego no una ni dos veces.